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Mostrando entradas de 2019

Algodón

Tengo sueño. Y cómo soy una exagerada podría decir que tengo un sueño infinito. Pero no me duermo porque me siento algo incomoda. Los asientos son duros y te invitan a marcharte. Todo el tiempo. De hecho es lo primero que he pensado cuando nos han dicho “llevamos un retraso de dos horas”. “Vámonos a cenar”, ha pensado mi alma de gordita a pesar de no tener hambre. Pero es que hoy contigo yo estoy celebrando una fiesta y todo me parece maravilloso. Es la cosa más importante que tenía que hacer hoy. Desde que me he subido en tu coche, a oscuras y con las luces de la carretera, me siento más en casa que en ninguno de los sitios donde haya podido estar estos días. Hay un corazón relleno de algodón colgando de tu retrovisor y lo miro mucho mientras me vas explicando cómo te estás sintiendo y qué te está pasando. Me encantaría poder darte un abrazo, pero lo dejo para cuando lleguemos o cuando acabemos con lo que me parece la celebración de hoy. A pesar de los pesares, nos encontramos d...

Todavía

Antes de irme me pediste que escribiese sobre ti.  Así, adrede, estas cosas no me salen. Ni estas ni ninguna. Todavía es muy pronto y acostumbro a responderte que no toca. Todavía.  Lo mismo que ponerme a escribir sobre ti, háblame te pido. Cuéntame cosas. No hay nada que me guste más que alguien decida compartirme lo que piensa o lo que vive. Que decida que formo parte de todo eso, de alguna manera. Pero todavía es muy pronto porque no está de más reservarnos algo, por ahora. Y cuando hablamos sigo insistiendo, cuéntame cosas. Te lo pido porque no voy a volver, todavía. Y necesito algo de ti. Lo que sea.  Porque no estoy ahí contigo, aún. Llueve y hay tormenta. No puedo dormir, llevo algunos días nerviosa y aunque no me entiendes me escuchas. Doy vueltas, intento no pensar en nada y sin querer vuelvo a pensar en lo que me da paz.  Nos imagino tumbados, habiéndote cedido el lugar en el que da la brisa y sin pedir permiso, acurrucarme en tu hombro. Y de...